los ritos de Mayo

      Ayer a las "five o'clock" nuevamente nos encontramos para cumplir con nuestra tradicion de otoño y celebrar un 22 de mayo en ese tranquilo rincon de Buenos Aires donde todo parece bajo control, los objetos, los recuerdos, la tetera vestida y el mantel bordado en punto sombra por alguna abuela del pasado. Ceremonia tranquilizadora si las hay, verificando que esta todo lo que estaba, que somos las mismas que eramos, que el tiempo no pasa y que los ritos perduran (como debe ser).
      Afuera la llovizna mojaba todo con insidia y la noche avanzaba plateada y humeda sobre Almagro mientras el interior nos contenia calidamente unidas, haciendo los mismos gestos de cada año, la charla leve, las menciones a los antepasados, la disposicion de los platitos y las tazas y las ubicaciones alrededor de la mesa.
       Por eso ahora, que el miedo muchas veces irrumpe sin piedad y la punzante conciencia de la finitud esta muy presente, agradezco haber podido participar de ese momento de lo perdurable, de esa la ilusion de la eterna repeticion de los momentos. Hasta el proximo 22 de mayo, en 2013! Que asi sea.